He plasmado el sentimiento de amor, de una madre y la felicidad e inocencia de un bebe, recordado así mi niñez, con su olor del campo, el sonido de los cencerros del rebaño, del viento, del sabor a lo natural…así ha sido este viaje, intenso por lo vivido, por el volver al revivir 1000 recuerdos y por vibrar con su tierra y su gente, me quedo con su sonrisa, sus ojos… sus bailes. Ojala pueda algún día volver a Tanzania, ojalá… y hasta entonces GRACIAS DIOS MIO, CRACIAS!!!